martes, 19 de mayo de 2015

La campaña

Hace un rato escuchaba el final de un debate político en la radio. Justo era la parte concerniente a educación, que es la que más me mueve e interesa. Debatían dos candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes y Ángel Gabilondo. Moderaba Pepa Bueno. Aquí está entero.

Cuando he encendido la radio Cifuentes loaba las bondades de la educación pública madrileña, centrándose en el bilingüismo. El domingo leía un artículo del siempre crítico Javier Marías que iba en dirección opuesta, pero la candidata popular aseguraba que un altísimo porcentaje de escolares madrileños estudian en centros públicos bilingües y remarcaba que el 93% de los padres lleva a sus hijos a los centros escogidos en primera opción gracias al sistema del distrito único. Hablaba de la posibilidad de llevar el modelo bilingüe a la formación profesional para que los alumnos puedan estudiar "en bilingüe", que debe ser un idioma nuevo...

Gabilondo respondía que el sistema imperante en Madrid no es un sistema bilingüe, ya que una cosa es aprender inglés y otra ser bilingüe. Y que deberíamos prestar más atención a nuestro propio idioma, porque al final tendremos media generación de chavales que chapurrean dos idiomas y no hablan ninguno ni dominan un montón de conceptos.

A lo que iba yo, que me lío. Bueno les ha preguntado, muy clara: ¿Educación universal y gratuita de cero a tres años, sí o no? Ellos, obviamente, no han sido tan claros ni tan concisos. Pero ese tema me interesa tanto o más que el bilingüismo. Cifuentes, primera en contestar, ha asegurado que la Comunidad de Madrid ya hace un gran esfuerzo y ayuda a las familias a pagar ese tramo educativo que no es obligatorio.

Efectivamente, en Madrid las madres trabajadoras a jornada completa tenemos una beca de 100 a 160 euros mensuales para llevar a nuestros peques a escuelas infantiles PRIVADAS. ¿Qué quiere decir eso? Que a mí me sale más barato llevar a mis niños a guardes privadas que a la pública. Y que las
escuelas infantiles públicas, con sus excelentes instalaciones, se van vaciando poco a poco. Qué casualidad. Me parece estupendo que se paguen en función de la renta, los impuestos deben ser progresivos, pero que se den becas a empresas privadas en lugar de fomentar lo público creo que tiene un nombre. Sí, liberalismo también se puede llamar...

Gabilondo aseguraba que la educación de cero a tres años debe ser gratuita y universal y eso se va a implantar poco a poco. Mi Peque ha empezado a quejarse (no sé si se aburría o no le gustaba nada lo que escuchaba) , pero he creído escuchar como el ex Ministro subrayaba la importancia de la escolarización en esa etapa para el posterior desarrollo.

Yo no entiendo nada, de verdad. Cada vez menos. Está claro que con los horarios de trabajo que tenemos en este país necesitamos dejar a nuestros hijos, a nuestros bebés, al cuidado de alguien muchas, muchísimas horas al día. Pero, ¿es la solución meter a bebés de cinco meses en escuelas
infantiles diez horas diarias? Y quien dice bebés, dice también niños de cinco, de seis o de nueve años que pasan otras diez horas fuera de casa porque los horarios de sus padres no son compatibles con la vida familiar. O con la vida a secas.

La conciliación, de la que estamos tan necesitados, no pasa sólo por abrir guarderías. Porque al final se convierten en eso, en guarderías. Creo que conciliar es tener un horario decente, que te permita pasar tiempo con tus hijos, con tu pareja o en el sillón de tu casa leyendo un libro. Mi bebé va a cumplir seis meses y no sería capaz de separarme de él ahora. Es muy pequeño, mama a demanda y creo que necesita del contacto de su madre unos meses más.

Las escuelas infantiles son una necesidad, pero otra realidad de la que no se habla es de la racionalización de horarios, de la posibilidad de reducir la jornada laboral cuando tienes menores a tu cargo sin temor a represalias o de poder teletrabajar. ¿Tan utópico resulta?

Yo estoy muy cansada de que cuando digo que soy profesora la gente me hable de la suerte que tengo (normalmente utilizan otros términos algo más despectivos) porque tengo tres meses de vacaciones
y  trabajo muy poco (sic). Ahí la importancia que le damos a la Educación en nuestro país. 

Supongo que en este país las mujeres hemos estado muchos años atadas al ámbito doméstico, y ahora resulta casi reaccionario hablar de compatibilizar trabajo y cuidado de los hijos, porque la solución es que la madre compatibiliza y el padre sigue como siempre, y al final las mujeres tenemos que elegir. Así que, desde aquí digo, mi voto para quien sea valiente, hable de conciliación de verdad, me deje elegir a mí y a mi familia, y al resto de familias cómo queremos criar a nuestros hijos y no nos obligue a tener que quedarnos en casa o a tener que separarnos de nuestros hijos con cuatro meses.

Dicho queda.

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