miércoles, 29 de julio de 2015

Las gracias

1. Esta mañana he ido a echar gasolina. Odio echar gasolina, y con dos niños pequeños no se acerca, ni de lejos, a un plan apetecible. La gasolinera más cercana a nuestro hogar es cara, prepago y siempre hay cola. Todo son ventajas.

He sacado a los churumbeles del coche y me he dirigido a la caja con un billete de cincuenta. El hombre que me ha atendido me ha preguntado si necesitaba ayuda. -No te preocupes, gracias, me apaño.- Pero él ha salido de la caja, me ha acompañado y me ha llenado el depósito mientras bromeaba con Chicote y me contaba que tiene un bebé de cinco meses y las ocho horas de trabajo se le hacen eternas pensando que su niño está esperándole en casa.

2. Hace unos meses estaba vaciando mi carrito en la caja del súpermercado con Peque metido en su mochilita portabebés. De pronto, una mano mucho más rápida que la mía empieza a sacarme los artículos y ponerlos sobre la cinta. La miro sin saber si se ha equivocado o se ha vuelto loca.- Perdona, te he visto y he venido corriendo a ayudarte pero ya has sacado sola un montón de cosas.

Era una mujer de mediana edad que, al verme con  el bebé a cuestas se recorrió medio Mercadona para echarme una mano.

3. En el último mes de mi primer embarazo quedé para comer con mis amigas. Me llevó el casi Padre de las Criaturas pero a medio camino tuve que bajarme del coche y coger el metro porque una manifestación nos cortaba el trayecto. Cuando llegó el vagón, antes de que se abriera la puerta, una mujer ya se había levantado y prácticamente me llevó en volandas a su asiento.

4. Una vecina (y amiga) con dos niños de dos y cuatro años baja todas las mañanas a la piscina y se lleva a sus dos hijos y a Chicote a la piscina grande mientras me quedo con Peque en la pequeña.

Gracias.

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