lunes, 1 de junio de 2015

Los viajes

El Padre de las Criaturas viaja bastante por motivos de trabajo. Normalmente entre semana, muchas veces de lunes a viernes. Y una vez al año, un fin de semana largo a un congreso que se celebra en una ciudad europea. Este año ha tocado Berlín. Vuelve mañana, así que llevo cinco días solita con mis pequeños. Solita del todo, porque mis padres están también de viaje.

Cuando yo era una joven e ingenua adolescente muchas veces bromeaba diciendo que no me importaría ser madre soltera. La Justicia Cósmica me ha dado mi merecido en forma de viajes de trabajo de mi pareja.

Yo paso sola con mis pequeños muchas noches, pero un fin de semana completo me daba respeto. Entre semana tengo las casi cuatro horitas que Chicote va a la guarde para estar con Peque, para hacer la casa o ir a la compra. El sábado hice todo eso con dos niños. Y no fue tan mal.

Mi Chicote se ha portado como el hermano mayor que es. Ha cuidado del pequeñito y no se ha quejado (casi) por ello. Mientras yo acababa de hacer la comida él se sentaba cerca de la hamaquita o de la mantita donde juega Peque y le decía cositas cuando él se quejaba. Y funciona. Es increíble como un bebé de seis meses se vuelve loco con su hermano, lo mira, se ríe con él y grita desesperado para que le haga caso. Y a Chicote le gusta sentirse importante. Creo que pronto van a hacerse amigos.

También les he bañado juntos. Tenía muchas ganas de meterlos a la vez en la bañera. Tengo que sujetar a Peque, que no se sostiene del todo sentadito y que, además, se sobreexcita tanto cuando ve a su hermano cerca que no sé si es más peligroso que se resbale o se atragante con las olas que forma al agitar los brazos. Mientras seco al pequeño, el mayor juega un ratito solo en el agua y después me "ayuda" a preparar la cena. E incluso opina sobre lo que le preparo. Pronto empieza...

La hora de acostarlos es la más dura. Peque tiene sueño y necesita brazos y mimos, pero Chicote quiere cuentos y que me tumbe con él. Al final la hora de ir a la cama se retrasa, el pequeño se desvela y yo ceno casi a medianoche.

Pero estoy muy contenta de haber pasado estos días los tres "solitos". La próxima vez le diré al Padre de las Criaturas que se vaya a un spa en lugar de a un congreso.

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