martes, 1 de septiembre de 2015

La teta

Aviso a navegantes: Si por un casual, querido lector, has llegado hasta aquí introduciendo en algún buscador (harto improbable, pero no imposible, los designios de Google son inescrutables) el título de esta entrada, te advierto, trata sobre lactancia. Pero te invito a que lo leas, que ando escasa de lectores. Nunca se sabe...

Una vez aclarado, empezamos.

Ayer leía esto. Cuenta que una mujer fue expulsada de un monumento en Granada por dar el pecho a su hijo en público. Rebuscando luego la noticia para enlazarla me he encontrado con unas opiniones que me han dejado más ojiplática de lo que estaba. Estas, que encima son de forocoches, ya me causaron hasta mala leche. Y nunca mejor dicho.

Yo soy madre lactante. Desde hace más de tres años y con un breve lapso de cinco meses, en el que era madre embarazada. En todo este tiempo he tenido que amamantar en muchos sitios. Las primeras veces con algo de pudor. Lo suficiente para meterme en un reservado de un restaurante cuando mi Chicote contaba con un mes, y usar la sala de lactancia de un centro comercial al mes siguiente. Y ya. El resto de las veces he dado el pecho en público. Allí donde me encontrase. Como si no hubiera un mañana. 

Nunca, en todos estos años, he sentido una mala cara, una mirada de reprobación o un gesto de escándalo. Tampoco me he planteado que pudiera molestar a alguien que mi bebé comiera. Si mi hijo mayor tiene sed, le doy agua, y si el pequeño tiene hambre (o sed, o está cansado, o tiene sueño, o mimos) le doy teta.

Después de leer un rato los comentarios del foro me entraron hasta dudas. ¿Y si había ofendido a alguien? ¿Puede sentirse molesta una persona si le doy teta a mi bebé en un restaurante, o en un parque, o en el centro comercial, o en la sala de profesores de mi instituto si voy de visita? Madre mía, entonces he debido ofender a muchísima gente. Y, ¿por qué habrían de ofenderse? ¿Por ver de refilón un pecho cargado de alimento infantil? Seguro que si pongo ahora la tele, en horario matinal, me encuentro con un montón de escotes ante los que nadie se inmuta.

Reitero, nunca me he topado con una mala cara. Ni me he planteado que pudiera encontrarla. Pero algo falla en esta sociedad cuando se prohíbe alimentar a un bebé en público y alguien puede ofenderse por ello. La Maternidad sigue siendo tabú en muchos aspectos, y hay que normalizarla. Si denominamos crianza natural a un tipo de Maternidad es que hay un problema. ¿Hay algo más natural que criar a un bebé?

Aquí dejo esto, de hace unas cuantas semanas, pero que no tiene desperdicio.


No hay comentarios:

Publicar un comentario