viernes, 27 de noviembre de 2015

El cumpleaños

Noviembre siempre me ha gustado. Cumplo años hoy, y, cuando era pequeña, contaba los días que faltaban para celebrarlo. Siempre era la última de mis amigos en cumplirlos, y eso aumentaba mi ilusión. A partir de los veinte tuve una pequeña crisis existencial y dejó de hacerme tanta gracia ir sumando cifras. Pero noviembre seguía gustándome.



Este año afronto mi aniversario serena. Tranquila. Casi podría decir que feliz. No me atormenta hacerme más vieja y quizá no tan sabia como me gustaría. ¿Habré alcanzado el equilibrio? Hace unos años, en uno de mis diarios, reflexionaba sobre el papel de los cumpleaños de los padres. Pasan a un segundo plano, igual que otras muchas facetas de la vida cuando se tienen hijos. Mi Peque cumple su primer añito pasado mañana, así que no he podido pasar a ser más segundona. Y creo que me encanta.

No me hace demasiada ilusión abrir regalos, pero me apetece mucho que mi niño mayor me cante el Cumpleaños, me dé unos besos y me diga que me quiere mucho, amor, y que soy su corazón y su princesa (sí, apunta maneras de galán de telenovela)

El domingo comeremos tarta y mi pequeñín soplará (llevamos días ensayando) su primera velita. Yo le echaré una mano y disfrutaré de su día incluso más que del mío.

Supongo que eso es hacerse mayor. Felicidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario